PARIDAD DE GÉNERO SOBRE LA LENGUA

          “¡Cómo si yo no supiese cuántas son cinco, y adónde me aprieta el zapato! No piense vuestra Merced darme papilla, porque por Dios que no soy nada blanco ¡Bueno es que quiera darme vuestra Merced a entender que todo aquello que estos libros dicen sean disparates o mentiras, estando impresos con licencia de los señores del Consejo Real…”

Es este un fragmento de Don Quijote de la Mancha, escrito hace 400 años. Se entiende poco y nada, ¿no? Claro!! el modelo imperante, la sociedad y el lenguaje tenían que ver con otras formas.

Porque no hay nada más vivo que el lenguaje. Ya no hablamos como el señor de la Mancha y su secuaz Sancho Panza. La humanidad caminó por diversos hechos, inventos, modas, estilos y revoluciones que atravesaron nuestra habla.

Estrenamos un siglo hace 2 décadas y la tecnología es parte de nuestras vidas, son otros los tiempos que nos corren y otros los peligros que vivimos y vaya cuántos peligros.

Se entiende (o entendía, no sé, ya todo es viejo a los 5 minutos de haber sucedido…) que hablamos porque pensamos y viceversa, concepto que tiene que ver con otras áreas de estudio.

Épocas revulsivas estas donde todo se desacomoda (o es como sí) para recobrar un “nuevo” orden (?). Lo que no podemos evadir es cuestionar nuestro lenguaje, nuestra forma de comunicación, ya que el idioma castellano es absolutamente patriarcal y a tales alturas se torna obsoleto.

A nadie se le hubiese ocurrido decir hace 30 años: “estuve chateando con tal”. Esa forma de comunicación entre los humanos tiene que ver con el avance de la informática. Más allá de lo tecnológico, otras cosas sociales nos suceden en las comunidades, como el avance de las mujeres en el mundo, los feminismos y los territorios ganados por el ex llamado sexo “débil”, sexo “bello” o en su defecto ” segundo” sexo.

¿Por qué no instalar un habla que nos incluya?, teniendo en cuenta que una de las formas más tangibles de la violencia es la exclusión.

La Real Academia no acepta el lenguaje inclusivo. ¡Qué pene tan grande! – agregaron algunas. Más allá del chiste veamos algunos ejemplos de exclusión que ya no corren más – o al menos intentemoslo.

*Hasta no hace mucho se hablaba del día del niño. ¿Y la niña? ¿Qué no es solo una corriente climática? Sino más de la mitad de las nuevas generaciones, se queda sin regalo…

* Se habla del día del maestro, cuándo en nuestras aulas cerca del 90% de la docencia es femenina.

* En los colegios hay reunión de “padres”, cuándo la asistencia por lo general la hacen las madres.

* En actos escolares se dirigen a “los alumnos”, así se trate de colegios mixtos.

* Se puede escuchar a muchos hombres hablar de “su mujer” o “su señora”. ¡¿What?!

Y así podríamos seguir con muchos más ejemplos, comunes, coloquiales, de la vida diaria. Como cuando le preguntamos a una mujer si tiene hijos y aunque tenga 4 mujeres y un varón, puede llegar a contestar: sí tengo 5 hijOs. Es así, siempre en el castellano el plural es masculino.

En tiempos de inmediatez y liquidez de contenidos donde todo va a velocidades de vértigo inusual y los y las adolescentes también se acomodan en una jerga dónde la mayoría de los vocablos son siglas y cuesta entender esos códigos, tal vez sea tedioso en un auditorio, publicación, trabajo o charla estar invocando permanentemente el masculino y femenino en sustantivos y adjetivos. ¡Todo se hace más extenso y por lo tanto aburrideeee!

Para incluir y enlazar a ambos géneros (si bien a hoy hay más que ambos) la ‘I’ sería muy infantil y la ‘U’ muy gutural. Por eso me encanta la idea de la ‘E’, ya que a principios del XXI si insinuaba tímidamente el ‘@’ o la ‘X’, morfemas válidos y posibles sin fonemas que acompañen.

Obviamente que el lenguaje es como el Placard, va quedando lo que se usa. Se sabrá con el tiempo si esta u otra incorporación es posible. Importa si hay que cambiar el artículo (¿Le o Les?).

Cambiar se instala y estamos en pleno proceso de novedades e inquietudes. Por qué no abrir la cabeza a otras categorías de pensamiento.

Los diccionarios que están siendo reemplazados por internet y otras búsquedas incluirán algún día, tal vez… éstas nuevas formas.

Claro, debe haber un buen uso del lenguaje inclusivo.

Periodista es para ambos géneros. Jóvenas no existe. Adolescente corre para un chico como para una chica. Miembro, siempre es miembro. Miembra por ahora no y Presidente es la o él.

El listado sería inmenso.

Si hablar es pensar, abramos el cráneo, que no duele, solo expande.

Bienvenides porque “el futuro ya llegó”.