POBREZA DIGNA

EDITORIAL

10 de Octubre de 2019

            La entelequia es un término definido y creado por Aristóteles, que se podría traducir como “tener el fin en sí mismo”. Es un término que hace referencia a cierto estado o tipo de existencia en el que una cosa está trabajando activamente en sí misma. El ejemplo más común sería el árbol que es la entelequia de la semilla.

Fuera del ámbito filosófico, y rozando la definición de la Real Academia que la determina como cosa, persona o situación perfecta e ideal que solo existe en la imaginación, el uso más popular de este término refiere a una cosa irreal pero que sirve para opinar sobre un hecho real o un estado de cosas . Por ejemplo, los mercados, la inseguridad, la pobreza, y por supuesto, los pobres…

Están todos  opinando lo que hacen, no hacen o deberían hacer los pobres. Sobre si es conveniente dinamitarlos, si se los puede tocar para ver de qué están hechos, si es preferible que vendan droga o armen una banda de cumbia. Lo cierto es  que esa mirada estigmatizante  refiere a lo de siempre: la mirada de clase. Para la clase dominante pobres somos todos, todos lo que no son ellos. Para la clase media (otra entelequia, podríamos decir), los pobres son el miedo, el miedo de lo que a ellos les puede pasar, el horror que les hace huir y defender los privilegios de una clase que no es la suya. El pobre para ellos debe ser el pobre bueno, lo toleran siempre que no se organice, que no reclame por sus derechos, que acepte y agradezca resignado la limosna, que sueñe con salvarse individualmente, que desprecie a su propia clase. Si se sale de ese molde, es un enemigo. El pobre debe vivir su vida de pobre dignamente, aunque tenga tres empanadas para comer.

Por supuesto, todo esto está enmarcado en la campaña electoral que ya está entrando en su fase final y decisiva. El gobierno se apresura a hacer lo único que puede hacer ya, que es vender humo, hablando de obras que no existen y medidas de gobierno que no podrá aplicar y en el caso del Presidente, haciendo el ridículo en cada lugar donde se presenta. Aparentemente, lo último que dijo mientras se entregaba al doble fetiche de besar pies y hacerlo en público, es que San Martín cruzo Los Andes para hacer un tratamiento de fertilidad porque desde chico pateaba una pelota contra una pared soñando con jugar la final de la Champions, ya que sí se puede. O eso es lo que se entendió…Por lo menos el público que lo acompaña aplaude este tipo de declaraciones y canta sus canciones con menos ritmo que torno de dentista.

Por otro lado el Frente de Todos propone salida a la uruguaya y las reacciones no se hicieron esperar, a favor y en contra, de salir de esta crisis tomando mate, fumando porro y abortando… No estaría tan mal.

Encima se acerca el primer debate y ya le informaron al presidente que no puede llevar apuntes  como había solicitado y tuvieron que desistir de un segundo pedido presidencial que refería a la posibilidad de hacerlo en grupo. Le explicaron que no. Lo cierto es que este debate entre seis candidatos está condenado al aburrimiento y a las frases de campaña. No suma ni resta sustancialmente votos a nadie y en todo caso será divertido ver como todos le pegan al presidente, menos la izquierda que se dedicara a pegarle al candidato peronista. El contundente resultado de las PASO le ha sacado emoción a estos eventos cuya importancia finalmente, es relativa.

52 años se cumplieron de la muerte del Che , hombre nuevo que supo pelear por causas justas , que cometió errores y que se convirtió en ejemplo de lo que es ser revolucionario, dijo , entre  tantas cosas: “El hombre más peligroso para cualquier gobierno es el hombre capaz de pensar por sí mismo . O sea, la posibilidad de pensar verdades incomodas o creer mentiras reconfortantes es toda nuestra”.

Seamos un poco como el Che,  hagámonos cargo de nuestro destino, y que ese destino, sea un destino colectivo.