CONTRA EL EUFEMISMO
2019-07-27 Desactivado Por ElNidoDelCuco
EDITORIAL
25 de Julio de 2019
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“En el día de hoy, siendo las 14.30 horas, Jorge Cruz de 32 años, entró al Banco Francés de Caballito y en un confuso episodio se fugó con 2 millones de dólares… 3 horas más tarde se presentó de manera voluntaria a la fiscalía de la zona para dar las respectivas explicaciones del caso. Quedó libre luego de comprobarse que se trataba solo de irregularidades, y que la fuga en sí no implica delito”.
“Hace 15 días el funcionario Cristian López perdió la vida en manos de Carlos Rubio, quién en legítima defensa disparó contra aquel al constatar que, mediante decreto administrativo, lo dejaba sin medicamentos para tratar un cáncer avanzado”.
“Durante su primer gobierno, Carlos Saúl Menem inició un proceso de expropiación de empresas del Estado para ponerlas en manos de empresas privadas en un claro gesto de despotismo. Un claro atentado al patrimonio público que nos abochorna a los ojos del mundo. Este burguesismo demagógico del derrame, fue un crimen premeditado contra la sociedad toda, que todavía espera justicia”, reza el manual de Historia de tercer grado.
“Los hijos de los ricos ya son garcas de nacimiento. Hay que matarlos de chiquitos, no tienen cura”, dijo ayer en televisión un panelista de Infumables.
¿Se dieron cuenta lo que pasa cuando usamos el lenguaje del Poder para nombrar los delitos del Poder? ¿Qué pasaría si empezásemos a decir que los ladrones no roban sino que se fugan con cosas ajenas? ¿Y cómo reaccionaría un millonario si su hijo estuviese condenado de antemano, pase lo que pase?
Pero ojo, las víctimas del lenguaje también son victimarios. Toman las armas que les da la ideología del opresor y le disparan a sus iguales (y a sí mismos), convencidos que así debe ser. Un eficaz efecto de ilusionismo, que hace que el dinero se fugue, que la pobreza no tenga causas, que la vida tenga valor solo en el útero de la mujer, que alguien sea ladrón por portación de cara o inocente por estatus social.
Entonces el problema no es Macri, ni Bolsonaro ni Trump. Ellos son los bufones del Rey. Los grandes intérpretes de esta trágica farsa. Por eso el tema no es tanto deshacernos de ellos sino de la ideología que representan. Subversión de valores le dicen. Algo así como empezar a decir las cosas por su nombre, parece una obviedad pero es así.
¿Cómo acaso no llamamos las cosas por su nombre? Y… no. Ahora tenemos Fake News envaselinada de Post-verdad para que la mentira no te ofenda. Ingeniería contable, que esconde el mapa del tesoro robado. ¡Fuga de capitales!, que corren a campo traviesa escapando de la prisión de máxima seguridad de un país bananero. ¡Y a la inversión social la acusan de Gasto, y encienden tu indignación de contribuyente estafado! (¡Tan previsibles somos!)…
Bueno, esto quiere decir que no llamamos a las cosas por su nombre sino como quieren que las nombremos. Ahí está la hegemonía del sentido y la construcción de una realidad que no es. Guerra psicológica se llama también. Eso es el Poder.
Y saben qué, si no tomamos conciencia de la magnitud y profundidad de este problema, vamos a seguir cambiándole figuritas a un libro que siempre cuenta la misma historia…
Y todo por no animarnos a contar la historia con nuestras propias palabras.