Nuestro decadente presente se explica por una generación diezmada, torturada, asesinada, desaparecida. Se llevaron a los mejores. Y los pocos buenos que quedaron hicieron lo que pudieron. El pasado parece repetirse como una pesadilla recurrente. Pero como aquella vez, hoy hay una generación preparada para sacarse de encima este costoso error. Una luz de esperanza, un foco de optimismo. Alejandro Braile. Avivando giles.