Lo que se esconde tras el acuerdo del grano Ucraniano

La negativa de Rusia a renovar el acuerdo de exportación de granos ucranianos, tras el incumplimiento del mismo por parte de Estados Unidos, ha iniciado otra guerra interna en el seno de la Unión Europea.

Recordemos que hace unos meses los países del este de Europa liderados por Polonia y Hungría (extraña alianza en los tiempos que corren), rechazaron importar ucraniano, ya que llegaba sin aranceles ni controles  sanitarios y estaba inundando los mercados locales, amenazando la supervivencia de los sectores agrícolas de estos países. Finalmente, junto con otros estados del este de Europa, lograron que la comisión europea respaldara el bloqueo de este grano, que se llevaba fundamentalmente por tierra, a través del ferrocarril y también a través de camiones, de forma que, los cereales se han estado enviando a España, Italia, Francia y Portugal pero no a estos países fronterizos de Ucrania, como son Polonia y Hungría.

También debemos saber que la mayor parte del cereal que iba a países de la Unión, viajaba por vía marítima a través del puerto Odessa, ese puerto que comenzó a ser bombardeado durante toda una semana luego de la finalización del acuerdo por parte de Rusia, pero la cosa no terminó allí y Rusia atacó los puertos ucranianos sobre el río Danubio, a solo 100 Mts de la OTAN, o sea en la costa de Rumania frente a Ucrania, el ataque no fue menor, destruyendo galpones de almacenamiento de granos. Es evidente que Rusia pretende destruir todo lo que ucrania pueda exportar a los países de la Unión Europea, generando un alza inflacionaria de alimentos en la eurozona.

También es importante destacar que Ucrania no está en la Unión Europea y por lo tanto sus productos tenían una serie de restricciones para ser vendidos en el viejo continente. Estas restricciones se habían estado aplicando hasta ese momento y habían evitado precisamente que se inundara el mercado de productos agrícolas ucranianos.

Con el puerto de Odessa siendo bombardeado día a día, se hace más necesario que nunca garantizar esa salida del cereal por el sudoeste del país. Sin embargo, los países receptores se oponen, para salvar a sus propios sectores agrícolas.

Lo que se está ocultando a la población, siempre hay algo que se oculta, ya que si no, no se entiende el rompecabezas completo, y es lo que voy a tratar de explicar brevemente en este artículo.

Josep Borrel, alto representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad desde 2019, es el que está solicitando ahora fundamentalmente, que otra vez vuelva abrirse ese corredor (el terrestre), y que Polonia y Hungría acepten el cereal en general, todas las autoridades europeas tienen un interés general en garantizar que el grano ucraniano se exporte y esto no tiene nada que ver con los Derechos Humanos. Este interés que tiene mucho que ver,  con las grandes multinacionales de alimentación y los fondos de inversión occidentales,  que han entrado en los últimos meses en el capital de las empresas de cereales ucranianos, aprovechando las reformas legislativas que les han abierto la puerta del país de par en par, una puerta que  estaba cerrada antes de la entrada de Rusia en la guerra y que podría abrirse por completo en Enero del año 2024, porque es cuando entra en vigor el levantamiento parcial de la moratoria, que prohibía la compra de suelo agrícola por parte de extranjeros y que es una reforma legislativa que se adoptó en el año 2020 por el parlamento ucraniano, con notables presiones de Washington y Bruselas, según pronunciaron algunos de los parlamentarios ucranianos y con un papel destacado del Banco Mundial, que condicionó sus propios créditos, a medida que facilitarán la venta de suelo agrícola y el uso de la Tierra, como garantía para acelerar lo que ellos denominaban la inversión privada extranjera en la agricultura ucraniana. Vemos una vez más intereses foráneos aquí. 

Cuando ponemos esto sobre la mesa, entendemos mucho mejor este afán de Josep Borrel y Compañía por garantizar a toda Costa las ventas de cereales ucranianos, aunque eso implique destruir la producción de países de la unión, pero claro, esto no sale en los periódicos y al mismo tiempo se habla de esa hambruna global que, como bien decía Rusia, es mentira, Rusia ha ofrecido a los países africanos su propio cereal en forma gratuita.

Opinión:

Hoy los principales exportadores de granos del mundo (exceptuando Rusia), no son Países sino multinacionales que controlan el hambre y la sobrealimentación mundial, al igual que las multinacionales farmacéuticas controlan la enfermedad y su cura, y que en general están integradas por los mismos fondos de inversión anglosajones, que ejercen presiones políticas por sobre los gobiernos de los países. La democracia no está en riesgo, está muerta, en una sala de operaciones, entubada y con un corazón artificial, próxima a sustituirle el cerebro por una inteligencia artificial, y amenazada por los dueños del mundo de cortarle su sustento energético .