ESCUCHEN
2020-04-05
Por SERGIO DI BUCCHIANICO
Escuchen…
El sonido se comió al silencio
En el banquete del absurdo,
Ahora el ruido se adueñó de los destinos
Y las almas quedaron sin cobijo,
El sollozo convirtiose en grito,
Ya no ríen los fantasmas en su mágico laberinto.
Escuchen…
Caos en el cementerio de los vivos,
Multitudes embriagadas de abismo
Danzan las melodías del insomnio
Y esa agonía permanente de los siglos,
De susurros mudos y llantos de cristales fríos.
Mutilaron amores apasionados
Con estruendos de traiciones y de engaños.
Escuchen…
Crepita el perdón en la hoguera de un lejano tiempo,
Distorsionadas las plegarias viajan rumbo al infinito,
Huérfanas de relato, las historias carecen de sentido
Y en cada despertar los acantilados, las montañas
Y los valles, lloran la ausencia de algún eco amigo.
Soberbia de rugidos amenaza lamentos guturales
De melancólicas encrucijadas interiores, de placeres ambiguos.
Escuchen…
El sonido se comió al silencio,
Los acordes perdieron su prestigio
De mágicas corcheas, Fusas y semifusas Libertinas,
De arpegios disidentes y fugas perdurables,
De blancas y negras bailarinas.
La canción se ha roto contra el vidrio congelado
Del trueno y su despótica alegría.
¡No habrá calma después de tifones y tormentas!
¡Ni sorpresa de árboles en vientos inviolables!
Escuchen…
Los mendigos evitan el murmullo
De limosnas salvadoras,
Prepotencia de bolsillos
Masacran libertades esenciales,
Añejas son las sombras de una ilusión tirana,
Asimétricas son las lágrimas y las risas bipolares:
Carcajadas disonantes de malditos carnavales.
Escuchen…
Una infancia se ha perdido en las ruinas del pasado,
Mueren fantasías degolladas en las vigilias solitarias.
Arremeten alimañas al jardín de los recuerdos,
Acertijos se adueñaron de risas y de trinos,
Barriletes de colores son ahora piezas de museo,
Galpones derruidos de memoria fagocitan amuletos.
Escuchen…
El sonido se comió al silencio,
Pobrecitos los pájaros del miedo
Su canto hecho aullido se hace eterno…
Que solos y abatidos estaremos
En los graníticos altares del misterio
Sin silencios paridores de sosiego.
Escuchen…
El sonido se comió al silencio,
Las frágiles melodías del deseo, ahora son destierro.
