DESVENTURA DE LOS VIEJOS

DESVENTURA DE LOS VIEJOS

2020-03-11 Desactivado Por ElNidoDelCuco

 

 

 

 

 

 

 

 

EDITORIAL                                                                                                                                                                                                          AÑO 3 – Nro 14

                 Pensar que solo nuestro lugar es el que cambia, es como pensar que los otros solamente son los que envejecen. El espejo en estos casos te aplica una dosis criminal de realidad y enseguida te ubica en el reumático lugar que te corresponde. Cuando la vida te manda a la tribuna y te pone en el incómodo lugar de espectador, a uno no le queda otra que observar. Después de insistir varios años en contar cómo era el barrio, te convierte en el insufrible e infumable viejo que no la corta con la nostalgia. Entonces los ancianos nos ponemos locos y especialmente mientras nos afeitamos, mirándonos a los ojos, apuntándonos con el índice, advertimos: “A mí no me van a ningunear”.

Un tipo que ha vivido más de 50 años en el mismo lugar es un “pen drive” biológico, tiene almacenado casi todo lo que pasó. Sabe tantas cosas, ha vivido y presenciado tantas situaciones, que es casi imposible no intervenir cuando un joven se enfrenta a vivencias análogas a las que el tipo conoce, entonces con tono pausado, le cuenta al joven en cuestión su experiencia, rematando su exposición con un “te lo digo por tu bien”. Lo cierto es que hay cosas que se han desvalorizado de manera dramática, los nombres de las calles por ejemplo, un conocimiento totalmente innecesario a partir del GPS, es bueno recordar que anteriormente se vio seriamente amenazado por la guía Filcar. Pero el viejo no se resigna y a modo de recitado nombra, en el cumpleaños de su sobrino, las calles que cruzan a Pedro Díaz, de Vergara hasta Félix Frías. Por muchos años las caras mostraban algunos gestos y asentimientos que rozaban el asombro, ahora nadie valora ese conocimiento, la prueba irrefutable es la indiferencia, solo un pibe de unos 14 años le muestra la pantalla del “celu” y le dice: “Te equivocaste en un par, algunas cambiaron de nombre”.

El otro día, en lo que hoy es el Centro Cultural Leopoldo Marechal, en Tesei, por si hace falta aclararlo, unos pibes estaban jugando a la pelota. La globa, caprichosa, se me acercó como moviendo la cola, la levanté y me encaminé a entregarla en la mano. Como todo el mundo sabe una número 5 jamás hay que tirarla con la mano, eso delata lo que sabe uno de fobal. Con la pelota bajo el brazo me acerqué a los pibes, sin entregar el útil y a modo de extorsión para que me escuchen les dije: “Yo también jugaba al futbol acá, de aquel lado -les señalé la Pedro Díaz- había un arco y el otro estaba por acá, el escenario no existía. Nosotros jugábamos al futbol de verdad, no como ahora”… Y les señalé los arcos marcados con mochilas. “Esto era el Cine ISA, mamita querida, por acá pasaron los hermanos Verón, Gimnasia Esgrima de la Plata. Maciel, Deportivo Italiano… ¡Juan Kopriva!”. Uno de los pibes gritó algo y todos salieron corriendo, me quedé con la pelota en la mano. Despacio me acerqué, habían hecho un semicírculo alrededor de un pibe que sostenía un teléfono, lo que alcancé a escuchar fue: “…acá les manda un abrazo Fausto…”, cuando entregué la pelota no me pude contener y pregunté quién era: “Nehuén Pérez”, me dijo el muchacho inflando el pecho, “El 2 de la selección sub 23, junto con Fausto Vera salieron campeones, son del barrio, de William Morris, somos amigos.”

El otro día anduve por Bragado, no había gente joven, fuimos con mi suegro. Las calles están limpias y en las veredas hay bancos, yo sé para qué sirven porque en Junín pasó lo mismo. La gente se metió en las casas y esos bancos que se pusieron para tomar mate en la vereda y vigilar los pibes que jugaban en la calle son una muestra ridícula, a las casas, primero le sacaron los jardines, después las llenaron de rejas, paredones y cámaras de seguridad. La verdad hay cambios que no podemos explicar y a mí personalmente me da bronca, nos quedamos sin eso que antes tenían los viejos: “Estudiá, te lo digo por tu bien, no seas como nosotros”, te daban consejos y uno escuchaba, no como ahora que te dicen: “¡Está bien!, después lo busco en google”.

Lo mejor que hay es que uno se pueda poner de ejemplo, de pibe debo reconocer que venía mal barajado, pero un día escuché a Don Edmundo Rivero y las cosas cambiaron.

 

Alejandro Braile

Director

 

  

Últimas Publicaciones

2023-12-14 Desactivado

DURMIENDO CON EL ENEMIGO

Por ElNidoDelCuco

Por ANDRÉS GARCÍA           Empecé el año escribiendo sobre lo que significó para los argentinos el mundial de Qatar 2022. Creo que nunca habíamos visto un…

2023-12-14 Desactivado

ESCRIBIR PARA QUE NADA SIGA IGUAL

Por ElNidoDelCuco

        Por ARIEL STIEBEN”Maldita sea, Cali es una ciudad que espera, pero no le abre la puerta a los desesperados”. Andrés Caicedo, Piel de verano.          Toda la obra…

2023-12-14 Desactivado

LA UTOPÍA DEL FUTURO

Por ElNidoDelCuco

Por FACUNDO GARCÍA PASADO Estamos empezando la pesadilla consciente del gobierno libertario sin entender cabalmente qué es lo que nos pasó para llegar a esto. Apenas sabemos que no hay…

2023-12-14 Desactivado

LA PSICOHISTORIA

Por ElNidoDelCuco

EDITORIAL           A Hari Seldon lo conocimos en persona, en el primer capítulo del primer libro de la saga “Fundación” de Isaac Asimov. Había nacido en…

2023-12-14 Desactivado

PREJUICIO, ENVIDIA Y EL HUMOR ESTERIL POSMODERNO

Por ElNidoDelCuco

Por ALEJANDRO PASCOLINI               El sociólogo alemán Norbert Elias en su obra “Ensayo teórico sobre las relaciones entre establecidos y marginados” (1), afirma que…