EDITORIAL

23 de Mayo de 2019

Justo en el momento que cundía el pánico por la novena derrota consecutiva del oficialismo en las urnas y el presidente preguntaba enojado y a los gritos cuantas provincias había en el país, sus asustados asesores le traían la noticia de la formula Fernández- Fernández, jugada magistral de la alquimista más grande que dio la democracia  desde el 83 hasta acá, y que por supuesto nadie en el mundo se había imaginado. Siendo la primera vez en la historia de la humanidad donde una candidata a vicepresidenta decide quién será su candidato a presidente,  electoralmente la fórmula pareciera ser demoledora en su eficacia y casi entierra cualquier posibilidad de alguna continuidad de este circo de ladrones. Como el Diego apilando ingleses en el mundial, la formula tiende además a unificar el peronismo y los sindicatos  y hace caer ese sueño de los tibios que es el Peronismo Federal. Pesadilla para el gobierno, que ya no podrá dormir tranquilo esperando un ballotage, que hoy, parece utópico.

Por supuesto, la pureza que exigen algunos no podrá ser alcanzada y ya habrá voces que busquen el elemento impuro mayormente para poder decir que ellos, no otros, son los verdaderos representantes del pueblo. No hablo solo de la izquierda donde para ellos Alberto Fernández es el candidato del FMI, a diferencia de Cristina, que hubiera sido la candidata del FMI; Así como Kicillof, Samid, el cantante de Pier, carucha Miller, el enano polvorita, todos del FMI. También  los analistas políticos del sistema intentarán esmerilar una fórmula sin darse cuenta que  justamente en su composición ya están limadas las impurezas.  Consejo para los aprendices de demiurgos: Si muestran a Alberto en archivo criticando a Cristina como una contradicción, solo logran mostrar que ella incorporó la crítica. Y no es posible que la fórmula sea un gesto de debilidad de Cristina y al mismo tiempo sea su forma de detentar el poder con un títere.   

Sin embargo, la fórmula presenta al mismo tiempo, una sensación de claudicación. Alberto Fernández fue el arquitecto que diseñó el esquema de poder de la presidencia de Néstor, presidencia que  contó con el apoyo de los grandes grupos económicos, de los medios y de los sindicatos. Su nombre es sinónimo de amplitud, consenso, negociación. En el actual contexto de endeudamiento  es un guiño a los mercados y acreedores externos. Es una fórmula que grafica el triunfo de la política moderada. Tentaciones de la historia que siempre se quiere repetir como farsa, no es esta una vuelta al 73, más bien, parece un intento de volver al 2003, a esa situación de respaldo. El peronismo, como tantas otras veces en su historia, vuelve a reconfigurarse apelando al pragmatismo, dejando de lado sus aristas más filosas.

La política moderada servirá para rajar al macrismo del gobierno, lo cual no es poco, pero, para transformar este país alguna vez se va a necesitar dejar de lado las concesiones y apelar a políticas radicales. Serán que los tiempos no llegaron, será que llegarán, veremos.

Nacía un 22 de mayo de 1930 , Agustín Tosco, sindicalista, marxista, figura central del Cordobazo. Qué diría hoy si nos viera… Aunque tal vez podamos imaginarlo, ya que el bueno de Agustín sabía de grietas. Supo decir: “Nosotros creemos que hay sugestivos motivos por los cuales se quiere dividir al país en peronistas y anti peronistas. Con el mismo derecho nosotros señalamos que la división que debe hacerse no es esa, sino entre quienes están consecuentemente con la lucha del pueblo y quienes están con la entrega”.

 La grieta, sigue siendo la misma.