HOT SALE

EDITORIAL

16 de Mayo de 2019

    Empezando por la satisfacción que da escuchar a un político pronunciar oraciones completas con sujeto y predicado,  la presentación del libro de Cristina fue seguida por una derrota estrepitosa del Gobierno en Córdoba… 8 al hilo y contando. Seguida por la confirmación del Juez Ramos Padilla en la causa que descubre el aparato de inteligencia ilegal que se lleva a cabo desde el Estado, seguido por la (otra vez) aparición de Cristina en la sede del PJ, foto de la unidad incluida que hizo aflojar el vientre a más de uno. La Corte pidiendo explicaciones, Lilita diciendo que en Cambiemos son todos un asco, el Ministro del Interior respondiéndole por Twitter, la CGT anunciando  un paro el 29 de Mayo… Ufff, todo en una semana.

La verdad… Esto se está poniendo lindo ¿no? Y todavía estamos lejos de la fecha tope para cerrar las listas que competirán en las Paso, inclusive con la posibilidad de que el presi ojos de cielo este obligado a ir a una interna en su propio partido. Por las dudas ya aviso que no le pidan a Carrio que ayude en la campaña.

Por supuesto, a rio revuelto nadie entiende nada, menos los votantes de este gobierno que en 2015 votaron a Macri para traerse cosas por EBay y terminaron comprando azúcar Ledesma en el Hot Sale. En efecto, azúcar, yerba y arroz fueron los productos más vendidos, perdida ya la esperanza de volver a los 90 y llenar el chango con 100 pesos.

Aunque volver al pasado sigue siendo el mantra del aparato comunicacional  oficialista, la oposición empieza a salir de ese discurso de Vamos a volver, porque “Volver” no sería el camino más adecuado. La lógica de los acuerdos que terminarán en la unificación del Peronismo tiene la impronta del futuro como posibilidad cierta, aunque francamente, poco se escucha de cómo se va encarar el desastre que se avecina, y la certidumbre de la casi segura derrota electoral del gobierno nos alienta a pensar que el 10 de diciembre todo estará arreglado.

Mientras los integrantes del gobierno se colocan en diferentes partes del cuerpo  las pepas que incautaron dejando a los colegios sin suministros de alucinógenos, el FMI anuncia que lo peor ya pasó, y uno se pregunta si no estará viviendo una distopía a lo Philip Dick, donde el Estado vuelca ácido lisérgico en el agua corriente para tener a la población controlada  en una alucinación masiva donde tomemos en serio estas declaraciones, confiando en que olvidaremos la carnal relación que tiene este país con el órgano, con el organismo, con los miembros del fondo que ya sabrán quedar impunes cuando todo vuele por los aires,  sabiendo que de un modo u otro, van a cobrar su plata.

De un modo u otro es un detalle que por tal no es menor, sino central. ¿Cómo? ¿Quién? Son preguntas que apuntan a romper el sentido común que indica que si ladrones disfrazados de empresas financieras timbean y roban al estado 17 mil millones de dólares en un mes hablemos de corrida bancaria y no de saqueo. Tiempos de vocales que salen de las palabras y otras que entran, seguimos llamando inversores a estos ladrones que entre otras cosas, les importa muy poco qué pase de acá a Octubre.

Sin entrar en el purismo de la izquierda que de tan pura se eleva al cielo como la Virgen María, lo que se está jugando en estos días es el poder territorial que obliga a la construcción de alianzas y negociaciones que no, no serán puras, no será con los mejores, no será solo con los que queremos. Lluvia de sapos, sapos a la cacerola, tortilla de sapos, bueno… Es hora de empezar a arremangarse porque se viene una digestión pesada. Pero, ¿esto se trata de sobrevivir no? Ya no hay tiempo para hacerse el indiferente.

Paco Urondo, poema:
Ya es hora de perder la inocencia

ese estupor de las criaturas que todavía no pudieron hacerse cargo de la memoria

del mundo al que recién nacieron.

Sabemos perfectamente qué tendríamos que hacer para dañar el presente

para romperlo.

Aquí, nadie tiene derecho a distraerse

a estar asustado

a rozar la indignación

a exclamar su sorpresa.