Editorial de Cucos – 25 de Julio

Soldaditos de Plomo

   El escenario de fuerte descontrol que se percibe en el gobierno, más el esfuerzo de los medios militantes independientes que querían preguntar pero hoy se dedican a tratar de explicar dicho descontrol, es en realidad el circo romano para la diversión de la plebe. Limitadas, por ser amables, conferencias de prensa presidenciales son explicadas por ceñudos periodistas que le quieren dar una profundidad de estadista a los infantiles conceptos vertidos, donde la culpa siempre es un agente externo, o un agente climático o una cantante que da mala suerte cuyo nombre no puedo pronunciar.
Y seguramente los hechos de corrupción que le explotan en la cara a esta administración no los afectarán tanto porque ha pasado mucho tiempo desde que a los votantes de Cambiemos les indignaba la corrupción; hoy lo importante es cuánto está el dólar y cosas así. Máxime teniendo en cuenta que la persona cuyo trabajo es controlar al poder ejecutivo dice que no , que ese no es su trabajo, que para eso están el congreso, el defensor del pueblo o el colegio de árbitros, no lo tiene muy claro todavía quién, pero ella seguro que no. Y si sumamos a la diáspora que es la oposición, concepto que ya no está muy claro lo que significa, cuando por ejemplo pretendidas socialistas piden que se alejen determinadas personas mientras se abrazan o hacen alianza con Prat Gay, Massa, Stolbizer, Urtubey, y todos los patriotas que se unen y pelean desinteresadamente por el bien común. Un circo, les digo. Y No hablemos de la CGT, que una vez asegurados sus sillones, han vuelto a usar la máquina para hacerse invisibles y valla a saber uno donde estarán ahora.
Hay que alejarse un poco, o como dice el dicho, de un laberinto se sale por arriba… Hay que tratar de ver el cuadro completo y ahí tal vez aparezca la lógica, la implacable lógica con la que trabajan estos señores. Permitir la intervención de las fuerzas armadas en la seguridad interior es parte de la lógica de contención social que necesita este gobierno para encarar lo que queda del saqueo que están llevando a cabo. Habilitar la intervención militar en la protesta social es el objetivo, y me dirán, bueno, qué diferencia hay que te reprima la federal, la bonaerense, la gendarmería. Bueno, es el entrenamiento, los militares están preparados para una sola cosa cuando se enfrentan a un enemigo, y es aniquilarlo, no contenerlo, no dispersarlo. Pero también podría convertir a las fuerzas armadas en un actor político importante, porque ya sabemos que estos muchachos se creen la patria mesma, el último resguardo de la argentinidad contra las costumbres foráneas y valla a saber qué otras cosas se les ocurre.
Negociados a costa de los trabajadores, vaciar al país llevándose todo al exterior, entrega de recursos a empresas privadas, contener a sangre y fuego las inevitables protestas por venir, fin. ¿Cómo se llama la obra? ¿Apocalipsis now, crónica de una muerte anunciada, los bañeros se divierten? Pónganle el nombre que quieran, pero nada de lo que ocurre aquí, es improvisado.
Ya que nos gusta citar gente que sabe más que nosotros, déjenme traerle algunas palabras de Bakunin sobre los militares. Dijo el gran anarquista: “La educación de los militares, desde el soldado raso hasta las más altas jerarquías, los convierte necesariamente en enemigos de la sociedad civil y el pueblo. La obediencia pasiva es su mayor virtud. Sometidos a una disciplina despótica, acaban sintiendo horror de cualquiera que se mueva libremente. Quieren imponer a la fuerza la disciplina brutal, el orden estúpido del que ellos mismos son víctimas.”