Editorial de Cucos – 30 de Mayo

UNA HISTORIA

Un día como hoy, pero hace  49 años, ocurría una insurrección popular que fue conocida como el Cordobazo.  Fue liderada por Elpidio Torres y Atilio López, secretarios generales respectivamente de los sindicatos SMATA (mecánicos) y Unión Tranviarios Automotor, pertenecientes a la CGT, y Agustín Tosco del sindicato de Luz y Fuerza de la CGT de los Argentinos . Fue el principio del fin para la dictadura de Onganía, que se autodenominaba Revolución Argentina.  Una de las razones de la huelga general decretada el 30 de mayo, fue la sanción el 12 de mayo de 1969 de la Ley 18.204 estableciendo un régimen de descanso semanal uniforme en todo el país. La ley garantizaba el descanso continuado a partir del sábado a las 13 horas (sábado inglés) y todo el domingo, con una jornada semanal de 48 horas. El tema es que en Córdoba ya existía el sábado inglés, pero con una carga horaria de 44 horas, o sea la ley aumentaba en un 10 % la jornada semanal. 

Hace muchos años también, en el 2015, la CGT hacia paros generales por la retenciones de ganancias que influían en un poco menos del 10 % de los trabajadores. Hoy, mientras se prepara una reforma laboral que prácticamente nos hace volver a la mita y el yanaconazgo, los líderes sindicales se preparan para disfrutar del mundial en pantallas de 200 pulgadas, aunque alguno debe estar pensando cómo ir a Rusia sin que lo descubran.

Hace 200 años, ya que estamos revisionistas, con suma tristeza de parte de  los criollos se instalaba el primer gobierno patrio, piedra basal de la declaración de independencia que se produciría  años más tarde. Moreno, Saavedra, Castelli, Belgrano, todas esas calles y avenidas, se dieron un gobierno en pos del libre comercio y el libre pensamiento también. Curiosamente, fue Córdoba la única provincia que no reconoció a la primera junta, produciendo una contrarrevolución comandada por Liniers,  héroe de las invasiones inglesas , que sin embargo no tenía el apoyo popular, por lo que su ejército se vio minado por deserciones y sabotajes. Francisco Ocampo lo derrota, se niega a fusilarlo por haber combatido juntos contra los ingleses, tarea que realizará Castelli. Luego de sofocar dicha rebelión se procedió a enviar expediciones militares a las diversas ciudades del interior, reclamando apoyo para la Primera Junta. Se reclamó el servicio militar a casi todas familias, tanto pobres como ricas, ante lo cual la mayor parte de las familias patricias decidían enviar a sus esclavos al ejército en lugar de a sus hijos. Esta es una de las razones de la disminución de la población negra en Argentina.

Siempre se dice que hay que saber la historia de un país para comprender su presente, pero qué es la historia, qué es lo que se cuenta, con qué objetivo, desde que lugar. Moreno, tal vez el pensador más lúcido de la revolución, era un jacobino sin una burguesía que le hiciera la revolución, Saavedra, un machirulo pro corona de España, Liniers, de héroe a villano en pocos años. Hoy nos venden lámparas led por cadena nacional para no subirle retenciones al campo, según los medios no hubo una marcha multitudinaria el 25, volvieron los tedeum y el presidente hace señales muy raras en vez de persignarse, cosa que sabe hacer hasta el más acérrimo ateo y anti iglesia que haya en el mundo. Todo es confusión hoy, porque así nos quieren tener, sin referencias, sin horizonte, rodeados de una niebla que solo nos deja ver lo que les conviene que veamos.

La única manera de encarar la historia es desde el presente, o sea, supongamos que nos gobierna el rey de España mediante su representante, el Virrey Mau. Hoy, igual que ayer, sirve plantearse las mismas preguntas: ¿Qué es la revolución? ¿Qué es la patria? ¿Qué significa descolonizarnos? ¿Y qué alcances tiene la libertad? Tosco decía que no lucha contra la injusticia  solo el que la padece, sino también el que la comprende. Y tal vez lo primero sea comprender que  la historia en definitiva, es la historia de los pueblos, no de algunos hombres nomás, y que el futuro, siempre es un sueño colectivo.